Introducción
El propósito de este ensayo es demostrar cómo mi vida se vio afectada tanto positiva como negativamente por la pandemia de Covid-19 durante los últimos siete meses. Además, describe mi experiencia de graduación de la escuela secundaria y cómo quiero que las generaciones futuras recuerden la Clase de 2020.
Ensayo largo sobre la experiencia de la pandemia
El coronavirus, o COVID-19, ya debería ser conocido por todos. En enero de 2020, el coronavirus se extendió por todo el mundo después de comenzar en China y llegar a los EE. UU. Hay una serie de síntomas asociados con el virus, que incluyen dificultad para respirar, escalofríos, dolor de garganta, dolores de cabeza, pérdida del gusto y el olfato, secreción nasal, vómitos y náuseas. Los síntomas pueden no aparecer hasta por 14 días, como ya se ha establecido. Además, el virus es altamente contagioso, lo que lo hace peligroso para personas de todas las edades. El virus ataca el sistema inmunológico, poniendo en riesgo a los ancianos y a las personas con enfermedades crónicas.
En enero de este año, el virus se informó por primera vez en las noticias y los medios. Parecía que el virus no representaba ninguna amenaza para los Estados Unidos y muchos otros países del mundo. Varios funcionarios de salud de todo el mundo fueron alertados sobre el virus durante los meses siguientes a medida que se propagaba rápidamente.
Los investigadores descubrieron que el virus se originó en China mientras profundizaban en sus orígenes. A pesar de todo lo que los científicos han analizado, el virus se originó en un murciélago y se propagó a otros animales, llegando finalmente a los humanos. Los eventos deportivos, los conciertos, las grandes reuniones y los eventos escolares posteriores se cancelaron en los Estados Unidos a medida que los números aumentaban rápidamente.
Mi escuela también cerró el 13 de marzo, en lo que a mí respecta. Originalmente, íbamos a tomar una licencia de dos semanas y regresar el 30 de marzo, pero, como el virus se propagó rápidamente y las cosas se salieron de control muy rápido, el presidente Trump declaró el estado de emergencia y nos pusieron en cuarentena hasta el 30 de abril. .
En ese momento, las escuelas se cerraron oficialmente por el resto del año escolar. Se estableció una nueva norma a través del aprendizaje a distancia, las clases en línea y los cursos en línea. El 4 de mayo, el Distrito Escolar de Filadelfia comenzó a ofrecer clases a distancia y en línea. Mis clases comenzaban a las 8 am y duraban hasta las 3 pm cuatro días a la semana.
Nunca antes me había encontrado con el aprendizaje virtual. Al igual que millones de estudiantes en todo el país, todo era nuevo y diferente para mí. Como resultado, nos vimos obligados a pasar de asistir físicamente a la escuela, interactuar con nuestros compañeros y maestros, participar en eventos escolares y simplemente estar en un salón de clases, a simplemente vernos a través de una pantalla de computadora. Todos nosotros no podríamos haber predicho eso. Todo esto sucedió tan repentinamente y sin previo aviso.
La experiencia de aprendizaje a distancia que tuve no fue muy buena. Cuando se trata de la escuela, me cuesta concentrarme y me distraigo fácilmente. Era fácil concentrarse en un salón de clases porque yo estaba allí para escuchar lo que se enseñaba. Sin embargo, durante las clases en línea, tuve dificultad para prestar atención y concentrarme. Como resultado, me perdí información importante porque me distraía muy fácilmente.
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Los cinco miembros de mi familia estuvieron en casa durante la cuarentena. Cuando tenía a estos dos corriendo por la casa, era difícil para mí concentrarme en la escuela y hacer las cosas que me pedían que hiciera. Tengo dos hermanos pequeños que son muy ruidosos y exigentes, así que puedo imaginar lo difícil que fue para mí concentrarme en la escuela. Para mantener a mi familia durante la pandemia, trabajaba 35 horas a la semana además de la escuela. Solo tenía a mi padre trabajando desde casa desde que mi madre perdió su trabajo. Los ingresos de mi padre no eran suficientes para mantener a nuestra gran familia. En el transcurso de dos meses, trabajé en un supermercado local como cajera para mantener a nuestra familia tanto como fuera posible.
Mi trabajo en el supermercado me expuso a decenas de personas todos los días, pero con todas las precauciones establecidas para proteger tanto a los clientes como a los trabajadores, tuve la suerte de no contraer el virus. Me gustaría señalar que mis abuelos, que ni siquiera viven en los Estados Unidos, no fueron tan afortunados. Les tomó más de un mes recuperarse del virus, aislados en una cama de hospital, sin nadie a su lado. Solo podíamos comunicarnos por teléfono una vez a la semana si teníamos suerte. En opinión de mi familia, esa fue la parte más aterradora y preocupante. Ambos se recuperaron por completo, lo cual fue una buena noticia para nosotros.
La propagación del virus se ha ralentizado debido al hecho de que la pandemia está algo bajo control. La nueva norma se ha convertido ahora en la norma. En el pasado, veíamos las cosas de manera diferente. ¡Ahora es inimaginable que grandes grupos se reúnan para eventos y actividades! En el aprendizaje a distancia, sabemos que la distancia social y el uso de máscaras donde quiera que vayamos son importantes. Sin embargo, ¿quién sabe si podremos volver a la forma en que solíamos vivir y cuándo? Como humanos, tendemos a dar las cosas por sentado y no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos. Toda esta experiencia me ha enseñado eso.
Conclusión
Todos hemos tenido dificultades para adaptarnos al COVID-19, y una nueva forma de vida puede ser un desafío. Nos esforzamos por mantener vivo el espíritu de comunidad y enriquecer la vida de nuestra gente tanto como podamos.